Todos ustedes son unos malditos desgraciados, pavoneándose frente a mí, restregándome en la cara que ellos pueden disfrutar su sábado y yo no... pero ya verán mi desgracia no será en vano, porque cuando yo crezca se los restregare a ellos, será lo contrario y créanme que están equivocados pues yo jamás les agradeceré la ayuda que nunca les pedí!
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