lunes, 28 de febrero de 2011

La pequeña olvidada

Hace mucho había una niña que vivía muy feliz con sus padres, en una hermosa mansión. Pero un día sus padres se murieron en un accidente automovilístico y como no tenía ningún familiar ni nadie que la cuidara la niña se quedó sola, la única compañía que tenía era un perrito que se encontró en la calle al que llamó dragón con el que por lo menos se sintió un poco acompañada, con el tiempo se le murió el perro y ella se volvió loca, no hablaba con nadie, no hacía nada, un día dejo de ir a la escuela. Se quedo un mes encerrada en su mansión y nadie sabía nada de ella, en la escuela se empezaron a preocupar y buscaron desesperadamente a alguien que la conociera, cuando por fin descubrieron que la madre de la niña tenía una hermana la localizaron y le contaron todo lo que había sucedido esos últimos años, la hermana no sabía nada y cuando se enteró se asusto mucho y fue a la mansión, pero cuando abrieron la puerta la casa estaba muy desgastada, el suelo estaba sucio y cuando iban por las escaleras se encontraron unas cuantas ratas, pero lo peor fue cuando entraron al cuarto de la niña, estaba muy bien arreglado: la cama tendida, el piso barrido, la ropa organizada, todo absolutamente perfecto, cuando revisaron la cama otra vez vieron que había un pequeño bulto, era la niña…muerta. Al lado de la cama había un buró, encima del buró estaba una carta:
Para el primero que la encuentre:
No supe que hacer, nadie lo pudo entender, la gente decía que podía contar con ellos para todo, pero aún así nadie me ayudó… ¿Debí pedir que alguien me recibiera en su casa? ¿Enserio, nadie podía haberse dado cuenta, de que en realidad necesitaba a alguien? ¿Qué pasó con el sentido común?...Nunca lo sabré.
Tal vez debí pedir ayuda, pero siempre me dio pena, el único que me ayudó fue el pequeño Dragón. Cuando mis padres murieron yo también, Dragón me revivió, pero él también murió y yo lo volví a hacer…los rumores decían que yo estaba loca, y tenían razón, yo enloquecí, pero seguía esperando que algo bueno volviera a sucederme… eso jamás pasó, así que por tercera vez, vuelvo a morir.
Atte. La pequeña olvidada
La tía agarró la carta y se fue de la mansión, en la escuela jamás se volvió a hablar de esa niña y todos volvieron a sus vidas normales…
Norma:A

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